¿Los niños quieren ser ya gato jazz?
- Alex Oros

- 18 oct 2021
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 18 nov 2021
Independientemente de si se trata de programas de televisión, películas en el cine o música (o cualquier otra presentación artística) para niños, muchas veces, los más grandes solemos estar en un punto en que pareciera que el contenido de esas representaciones es o terriblemente aburrido o no apropiado para sus edades. Por supuesto que existe toda una serie de estudios psicopedagógicos que respaldan el por qué de algunos de esos contenidos que, simplemente, no se traducen bien para una audiencia mayor. Sin embargo, en los últimos años, el contenido que ha salido para los más jóvenes ha tomado un nuevo giro, no menospreciándolos y tratándolos como adultos pequeños, capaces de digerir temáticas más maduras como las consecuencias de la guerra, la necesidad de estar en contacto con sus propios sentimientos o cómo lidiar con tu sexualidad, entre otras cosas. Los principales programas de televisión que me vienen a la mente son Avatar: la leyenda de Aang, Andi Mak, Steven Universe, entre otros.

En la música sucede algo similar, donde tenemos una infinidad de compositores y cantautores que se dedican a hacer canciones infantiles, como Tatiana o Cri-Cri que, si bien se puede afirmar sin duda alguna que hacen canciones maravillosas, es también cierto que caen dentro de esa misma categoría de casi inescuchable para los padres, tíos, abuelos y otros guardianes encargados de cuidarlos. Si tienes un humanito cercano a ti ahora, ¿cuántas veces has escuchado Baby Shark últimamente? A pesar de eso, existen algunos grupos que, al igual que los más recientes programas de Cartoon Network y de Nickelodeon, han comenzado a tratar a los niños como una audiencia madura capaz de digerir música más compleja.
El trío neoyorquino de Avant-jazz-funk, Medeski, Martin & Wood publicó, en enero del 2008, su álbum “Let’s Go Everywhere” que cuenta con diecisiete canciones que mezclan, de manera magistral, el jazz con una temática infantil constante: los piratas. Haciendo uso de instrumentos menos convencionales en la escena del jazz como el xilófono, silbatos de tren y el pandero, en conjunto con los ya icónicos órgano de John Medeski, batería de Billy Martin y bajo de Chris Wood. A esta graciosa instrumentación se le suman las voces de niños cantando, como si estuvieran en una guardería, y divertidas letras de viajes, tareas en casa, piratas, trenes y bañeras. Este disco entero funciona como una grandiosa introducción a un jazz ya mucho más sofisticado para una audiencia de mucho menor edad.
Otro grandioso grupo que podría interesarle a los audiófilos del jazz con hijos a los que no han sabido cómo introducirlos a este género aún es el grupo español, liderado por Noa Lur, Jazz For Children que se dedica a hacer covers de algunos de los clásicos más reconocidos de música infantil tanto de música popular como de canciones de películas como las de Disney. Además de la música que publican, Jazz For Children suele hacer conciertos interactivos donde invitan a los niños a jugar y cantar y tocar con el grupo, ayudando, a la vez, a desarrollar un mejor sentido rítmico y de iniciación musical. Este, al igual que el álbum de Medeski, Martin & Wood, es contenido completamente escuchable para cualquier adulto interesado y le permitirá recordar algunas de las canciones de su infancia. Sin darse cuenta, los más chicos estarán escuchando jazz de calidad y los más grandes se encontrarán cantando y bailando al son de los temas de su infancia. Lo mejor de dos mundos.
Por último, no podemos dejar de mencionar los conciertos que ofrecieron Paté de Fuá en el 2019 en la Antigua Sede del Senado de la República donde interpretaron algunas reinterpretaciones jazzísticas de clásicos de Cri-Cri como el Ratón Vaquero y Caminito de la Escuela. Al igual que con Jazz For Children, Paté de Fuá hizo un concierto interactivo donde los niños pudieron subir al escenario, bailar y brincar e incluso tocar instrumentos con integrantes de la agrupación. En abril de este año, participaron, en el marco del Festín Arte 2021, en un concierto virtual para niños nuevamente, presentando algunos de estos temas, pero con una audiencia en línea, mucho más grande y con una grabación de mucho mayor calidad.
¡Por supuesto que no podemos dejar de lado a la poderosísima Sant Andreu Jazz Band! Con más de quince años ya en escena, el contrabajista, saxofonista y pedagogo Joan Chamorro ha estado rompiendo los paradigmas de lo que los niños son capaces de tocar en grandes agrupaciones a edades muy, muy cortas. Siendo la más importante Big Band de niños del mundo y con integrantes de entre los 7 y los 20 años de edad, Joan Chamorro ha logrado llevar al estrellato a una serie de niños que ya han comenzado con sus carreras independientes como músicos de alto nivel como Rita Payés, Alba Armengou y Andrea Motis, entre otros. Originarios de Cataluña, en España, los niños de la Sant Andreu Jazz Band se han presentado en toda Europa, los Estados Unidos e incluso en México. Contando ya con un documental bajo la dirección de Ramón Tort, la Sant Andreu Jazz Band se ha convertido en un fenómeno mundial sin precedentes que, sin duda, es capaz de inspirar a miles de miles de niños a introducirse al jazz, a la música y a buscar tratar de tocar un instrumento. De pocos grupos me cuesta tanto trabajo recomendar una sola canción, así que espero estar tomando la decisión correcta. Honestamente, escuchen la que quieran, no hay pierde.
Instagram:
@santandreujazzband @alba_armengou @motis_andrea @joanchamorro @ritapayesroma
Nunca es demasiado pronto para hacer nuevos gatos jazz de los más peques.

















































































































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